Introducción


El desarrollo y mejora experimentada en los últimos años por los ecógrafos, especialmente con el desarrollo de sondas de muy alta frecuencia, ha permitido la obtención de imágenes ecográficas de alta calidad en las estructuras musculoesqueléticas, que han hecho que el ecógrafo se convierta en una herramienta de gran utilidad para el médico dedicado al manejo y tratamiento de la patología musculoesquelética. Tan es así que al ecógrafo se le ha llegado a denominar «el fonendo del siglo XXI» del médico del aparato locomotor. Este desarrollo de los nuevos equipos ecográficos, no sólo han supuesto un avance y mejora en el diagnóstico y seguimiento de las lesiones y enfermedades del aparato locomotor, sino que ha permitido mejorar la exactitud de algunas técnicas intervencionistas que hasta ahora se hacían a ciegas, y simplificar otras que hasta ahora precisaban realizarse con radioscopia en quirófano o mediante TAC. Mejorando la eficacia de las primeras y reduciendo costes en las segundas.